sábado, 30 de diciembre de 2023

HORARIOS Y RUTAS TEMPORADA 2024

 HORARIOS


RUTAS



BLOG
PERFIL DE LA ETAPA
TRACK (gpx)

lunes, 7 de agosto de 2023

CHRONIQUE PYRENEENNE 2023

Corría el año 1853 cuando la española doña Eugenia de Montijo, nacida en Granada en 1826, se casó con el Emperador Napoleón III, el Último monarca de la saga napoleónica.

Esto la convertía en la Emperatriz Eugenia del imperio franco, hasta el año 1870 cuando en las guerras Franco-Prusianas se cargaran al marido y el único hijo de ambos. Entonces tuvo que exiliarse para evitar que la colocaran una guillotina como collar y, de esta manera, quedarse compuesta y sin descendencia imperial.

Al matrimonio del imperio les encantaban los baños termales de la época y visitaban a menudo el SPA de Luz-Saint Sauveur donde, y por iniciativa de la Emperatriz, decidieron iniciar un amplio programa de obras viales en la comarca pirenaica, incluida su obra maestra: el puente de Napoleón III.

Lo que no sabían los Franceses, ni los historiadores es que la Emperatriz podría haber dejado linaje en su exilio, un Napoleón IV, y casi dos siglos después se sospecha que un Altamiro apodado Pepoleón IV podría pertenecer a esta estirpe.

Por esto, PEPOLEÓN IV organiza en 2023 el viaje pirenaico en busca de la prueba de su sangre azul y para supervisar las obras viales de su pariente ancestro.

Para ello, se llevó a sus mejores barones, cuyo séquito lo componía la siguiente comitiva:

-El intendente David Mcdonald’s, más conocido como el Barón burguer.

-El fotógrafo y redactor de la corte Perales, Conde de San Román.

-El licenciado Emiliano, traductor de la comitiva.

-Y el hidrógrafo Carasa, supervisor de infraestructuras hidráulicas del reino.

La corte Altamira parte hacia tierras francesas de madrugada, llegando a palacio pirenaico hacia las dos de la tarde y, tras un ligero refrigerio, abordar la primera etapa:

Cauterest-Pont d’espagne una ascensión de transición para adaptación en altura de unos 17 km con rampas muy exigentes en sus últimos cuatro.

De regreso, y durante el descenso, admiramos y fotografiamos los paisajes y alegorías al ciclismo con que nos topamos en este bello puerto.

Llegados de nuevo a palacio y tras la ubicación en las habitaciones, refrigerio y cena, salimos a la terraza a hidratarnos isotónicamente y preparar la estrategia de la siguiente expedición.

 

ETAPA 2

Al día siguiente asumíamos la etapa reina con el nerviosismo peculiar del novato que afloraba en los miembros de la corte. Posamos para la foto oficial y tomamos la salida dirección Gabarnier-col tentes-tourmalet.

La ruta ya picaba para arriba desde el km cinco he iba poco a poco incrementando el porcentaje a lo largo del trayecto.

Aplicamos la estrategia de equipo estudiada la noche anterior, y Pepoleón IV trabajo tirando de todo su séquito hasta el primer km del tentes, allí dio libertad a su señorío para luchar por el alto.

Este coloso era especialmente largo con porcentaje alto y preciosa la ascensión.

Nos lanzamos cuesta abajo por la serpenteada pendiente del tentes pensando en él todopoderoso tourmalet y parando en la fuente de la Gabarnier para, más abajo, fotografiar el puente de mi pariente Napoleón III donde el hidrográfico Carasa analizaba el caudal de agua que pasaba bajo su estructura.

Tras los 30km del coloso anterior, las piernas estaban tocadas y, comenzando las primeras rampas del rey pirenaico, las sensaciones de los miembros de la corte no transmitían nada bueno. El calor del mediodía, la sudoración extrema y las duras rampas de Bareges nos dejaron vacíos y se empezó a sufrir la maldición del puerto. Aunque el licenciado Emiliano, que venía de salida algo pachucho, midió matemáticamente sus fuerzas y recuperó buenas sensaciones en los últimos cinco km, coronando el alto felizmente, detrás del hidrográfico Carasa que realizo una ascensión tremenda coronando en primer lugar y bajando su récord personal.

Muy combativo el Barón Burguer durante la subida, pero pago su ímpetu en los últimos km con cara de sufrimiento.

Al Conde Perales, le sorprendió tanto este puerto por su dureza, que lo calificó como la peor de las ascensiones realizadas en su larga carrera.

Pepoleón IV también sufrió, pero su experiencia le sugirió subir al tran-tran y mentalizado con la birra del chiringuito como motivación.

No obstante, el tiempo de tardanza que produje, estuvo bien aprovechado por los novatos reclamando el carnet de ciclista en la oficina del chiringuito.

La maldición del tourmalet, todo ciclista la padece tarde o temprano.

El Barón burguer sufrió en la cumbre un síndrome de abstinencia proteínico que preocupó a todo el grupo.

Como poseído por el diablo, empezó a buscar un burguer en cada pueblo que pasábamos por el descenso hacia el hotel, haciéndonos acompañarle hasta el centro de la Villa de Argeles después de la ducha.

Sin éxito en la búsqueda, apaciguó su ansiedad con un pánini de jamón y queso.

 

ETAPA 3

La revuelta al soulor- Aubisque la temíamos, a pesar de ser más suave que la de los dos colosos del día anterior. La acumulación de cansancio presagiaba una etapa incómoda, hasta el punto de que algunos querían hacer la etapa directa al Aubisque por su lado fácil pero, el emperador altamiro convenció a todos con el carisma que le caracteriza para hacer la ruta establecida.

El ascenso a balón parado al soulor, conocido por muchos altamiros, prácticamente se utilizó como calentamiento.

En la cima hicimos amigos de cuatro patas, y en el fenomenal trabajo fotográfico del Conde de San Román, propinó algunas instantáneas curiosas donde vemos al Barón burguer encariñado con el “burriKing” del soulor, Quizás porque en su imaginación solo veía un pedazo de carne picada con queso, envuelto en dos trozos de pan

El descenso del soulor hasta Asson es una auténtica pasada. Un espectacular valle serpenteado entre paredes rocosas y vegetación que parecía adentrarnos hasta el mismo centro de la tierra.

En la larguísima bajada, y a pocos kms del final, paramos a por agua en Ferrieres un pueblecito escondido entre montañas, parecido al diseño de un cuento de hadas con fuerte artesanía urbana que, además, enlazaba con el ascenso al col de Spandelles hacia Argeles.

Llaneamos durante 40km por el valle de Asson donde el hidrógrafo Carasa y en especial el licenciado Emiliano hicieron una labor encomiable tirando del carro constantemente hasta toparnos con el tramo QH de Laruns, llenar poncheras e iniciar los 17 km del aubisque.

A pesar del desgaste acumulado, no nos pareció tan duro como lo ponen, y al tran-tran con piña 28 o 32 y el deseo de la birra del alto, se coronó fácilmente.

De regreso nos lanzamos por la pendiente del Aubisque y el soulor sin parar en el alto, con la idea de comer la ansiosa hamburguesa en Arrens Marsous, un pueblo a mitad de puerto, en un burguer que ya habíamos ojeado en la subida de salida.

Pero la maldición del tourmalet continuaba.

Eran las dos y media de la tarde ¡¡ OJO!! sentados en la mesa nos dice la camarera:

-las hamburguesas solo se sirven hasta las dos, hora en que se pira el cocinero

-esto es Francia- añade la chavala compasiva en un castellano afrancesado.

Al vernos con cara de circunstancia nos ofreció unos paninis de trucha y llenamos el buche.

Esta era la última noche en el Valle. En la terraza de Palacio, tras las compras de recuerdos y productos típicos en el centro De la Villa, la tertulia-debate postetapa resultó altamente amena. Los novatos de la comitiva, reticentes en las noches anteriores, entraron a saco con las isotónicas espirituosas, felices por la experiencia pirenaica y con la idea de repetir esto todos los años.

 

ETAPA 4

¡Otro fuera de categoría! Con este íbamos a completar los ocho mil y pico metros de desnivel positivo en cuatro salidas consecutivas.

La ruta se configuró de transición al estilo de la última etapa de cualquier ronda Pro, aunque el puerto era duro de pelar como cualquier HC de la zona, 14,5 km hasta hautacam mas1,5km al tramassel.

Lo mejor de este alto son las maravillosas vistas del Valle, de lo cual, el hidrógrafo Carasa, aprovechó el momento tipografiando y tomando datos para un futuro embalse En la zona como se ve en alguna foto.

Iniciamos el descenso y paramos en hautacam a fotografiar las nuevas alegorías al ciclismo. Había una peculiar en donde nuestro traductor el licenciado Emiliano señala un logo reconocido.

También colocaron un cartel de homenaje al tour en donde quisieron estar reflejados el resto de los miembros de la comitiva. La nota más reseñable durante el descenso fue la cantidad de ciclistas que subían el duro puerto, parecía día festivo en la comarca.

 

PD

 

Por mi parte y como veterano de estas expediciones, si tuviese que poner nota a esta última la calificaría como la mejor y más completa de todas las que he disfrutado, tanto por la favorable meteorología, el aprovechamiento ciclista de todos los días de estancia y la gran aptitud y empatía de los neopirenaicos con los que disfrute de lo lindo.

 

 

 

Autor:

Pepe (líder del G.D. Altamira)

 

 

viernes, 4 de agosto de 2023

PIRINEOS 2023






 

sábado, 10 de diciembre de 2022

lunes, 20 de diciembre de 2021

sábado, 5 de diciembre de 2020