miércoles, 31 de agosto de 2011

LOS ALTAMIROS POR LAS CUMBRES PIRENAICAS Excursión deportiva, cultural, científica y gastronómica

Una vez presentados los principales actores de la odisea Pirenaica, procederemos a relatar los hechos acaecidos durante cuatro largos y penosos días de difícil convivencia y constantes ataques en la carretera y fuera de ella entre los individuos anteriormente presentados.


Día 1 (sábado, 27 de agosto de 2011): el viaje de ida (Santander-Asté)
El líder recoge a los componentes de la expedición con sus bártulos en sus respectivos domicilios, después de arduas y duras negociaciones.
Embarcan todos en el bus altamiro y comienzan el viaje con una frescura y ánimo inicial como unos niños que van de excursión. Por cierto, las familias no parecen sentir mucho la ausencia de ellos durante estos días, incluso parecen alegrarse bastante al despedirse y en algún caso ni los despiden. Arrancamos y ya empiezan los primeros y animados diálogos, que, poco a poco, se irán tornando en acaloradas discusiones con increpaciones, gritos, … sobre temas tan diversos e interesantes como: las nucleares, los CFC que provocan el agujero en la capa de ozono, el cambio climático provocado por el dióxido de carbono, circos glaciares, … y demás temas de mucho interés, incluyendo algunos apuntes de ciclismo e incluso de política.
Por fin llegamos al Hotel, descargamos los equipajes y nos acomodamos en las habitaciones. La del líder tiene televisión, pero la de los gregarios no; bueno, por eso es el líder.
Bajamos a cenar y nos dan la carta y hay empiezan las primeras dificultades con el idioma. Cada uno pide lo que le suena y algunos prueban con platos que no conocen para así probar la gastronomía de la zona. La cena es correcta, aunque un poco carilla (estamos en Francia).
Después de la cena acudimos a la habitación 6 (la del líder) para hidratarnos, preparando el día siguiente; donde, continuamos con las discusiones culturales.
Las bebidas isotónicas y los cacahuetes proporcionados por el líder hacen que cada vez la tertulia suba de tono, e incluso se lleguen a ciertas descalificaciones entre los participantes, dando algún que otro grito, … A cierta hora, alguien llama a la puerta para que no hablemos tan alto (típico de españoles) que hay gente durmiendo. Se pierde la emoción y la intensidad de tan animados diálogos (recuerdan mucho a los de Tele5).
Por cierto, las isotónicas que nos proporciona el líder las acompaña con hielo, circunstancia inhabitual, y con un producto que añade a las isotónicas (Schweppes), según él para mejorar el rendimiento, que procede de una botella transparente con una foto de un caballero inglés.
Vamos a dormir cada uno a nuestras habitaciones y nos despedimos hasta el siguiente día.
Pero, en la habitación 7, donde duermen los gregarios, ocurren unos hechos que interrumpen la paz de la noche. En esta habitación están el exlíder, el señor y el gordito. El señor, seguramente debido a su veteranía, no controla bien el conducto respiratorio y ronca como si un leñador estuviera con una motosierra de gran cilindrada talando todos los árboles del Pirineo. El gordito es el que peor lo pasa y se dedica a pensar en diversos asuntos durante toda la noche.

Día 2 (domingo, 28 de agosto de 2011): ruta 1 (Asté-Bagneres de Bigorre-Lourdes-Tourmalet-Chiroulet-Asté, 121 km)
El desayuno buffet del hotel es correcto, aunque, cuando vas a repetir se colocan dos empleados frente a la mesa donde están la bollería, pan, … que te miran fijamente …
El líder, el señor, el exlíder, el gordito y el soso
Comenzamos la ruta animadamente y a buen ritmo (leve bajada y viento a favor). Ascendemos una pequeña tachuela y llegamos a Lourdes. A partir de este momento la carretera empieza a picar para arriba, es entonces, cuando el líder pone a trabajar a dos de sus coequipiers: al exlíder y al gordito. Ambos hacen la aproximación al coloso pirenaico (Tourmalet).
Comenzamos la subida con otros tres españoles que nos encontramos. En los primeros kilómetros el líder y el señor suben en cabeza. Poco a poco, el señor cede en su empuje debido a su lamentable estado de forma y en esos momentos se duda si llegará arriba. El gordito y el soso cogen su ritmo conscientes de todo lo que queda. El otro componente de la expedición, el exlíder, afila el cuchillo para asestar el golpe definitivo al actual líder y demostrar que lo del Soplao fue un desafortunado despiste y una zorrería por parte del actual líder.
A mitad de puerto se produce una circunstancia que marcará el devenir de toda la ascensión: un cruce donde se bifurca el puerto (actualmente se puede subir desde esa vertiente por una carretera nueva, muy bien asfaltada y seguramente suavizada o por la clásica con el asfalto original de las grandes épocas …). El líder opta por la nueva subida, el exlíder y el gordito viendo al líder tomar ese camino tuvieron un momento de duda, pero, se dieron la vuelta para tomar la carretera original del mítico Tourmalet. El señor también tomó el camino más fácil como el líder y el soso optó por la carretera correcta (la original).
Ambas carreteras a 5 km de la cima se unen y continúan por el mismo trazado de siempre. ¿Quién llegó antes a dicho cruce?
Pues bien, el líder se sentía seguro por donde subía, ya que, no observaba a nadie por detrás (iba el señor y muy lejos …) y daba por seguro una victoria cómoda y con amplitud. ¿Se relajó o no podía más el líder?, bueno una mezcla de todo como luego confirmó. Pero, cuando dobló una curva observó un puntito blanco y se mosqueó, ya que le parecía un altamiro y todavía más a lo lejos pudo ver otro puntito muy pequeñito blanco, ¿sería otro altamiro? Para gran disgusto del líder sí eran altamiros que habían realizado la ascensión correctamente: el exlíder y el gordito. Más atrás el soso también realiza la ascensión correctamente. Al líder casi le da un pasmo, ya que, su principal enemigo le devolvió la pelota del Soplao; el exlíder le dio esquinazo y apretó todo lo que pudo para llegar antes a la cima.
Gran mérito tiene el señor que en las condiciones de sobrepeso y fuera de forma logró coronar el Tourmalet con éxito.
El soso llegó a la cima con un gran cabreo porque se dio cuenta de que dos tramposillos altamiros habían tomado el atajo. Por tanto, la clasificación en la mítica cima fue la siguiente:
1º el gordito (algún gramo habrá dejado en la ascensión, que falta le hace)
2º el exlíder (que supo aprovechar su oportunidad)
3º el soso (que tuvo claro cual era el camino correcto)
Descalificados por tramposillos: el líder (que en todo momento sabía que no estaba haciendo lo correcto) y el señor (que bastante tuvo con subir aunque fuera por ese camino).
Observar el detalle del ciclista maillot rojo de la derecha deseoso de salir en la foto con los componentes del prestigioso club AltamiraEl señor vestido de época
Después de arduas discusiones sobre el camino correcto de la ascensión procedemos a hidratarnos con el habitual medio litro de cerveza para realizar el descenso con alegría.
Como culminación a la etapa ascendimos a Chiroulet, una zona de recreo donde descansamos y comimos una tortilla española bien preparada por una francesa y mejor cobrada todavía: 40 € (no es una broma). Puede ser incluida en el libro de los Guiness como la tortilla española más cara del mundo.
Procediendo a la hidratación
Posteriormente finalizamos la etapa en el hotel: ducha y visita a Bagneres de Bigorre para cenar.
Vuelta al hotel para proceder a la “hidratación” para el siguiente día y así, continuar con la animada tertulia cultural.
Habitación 7: misma tónica que la noche anterior.

Día 3 (lunes 29 de agosto de 2011): ruta 2 (Luz St Saver-circo glaciar Troumouse-Luz St Saver, 56 km)

Nos desplazamos con la furgo a Luz St Saver para realizar una ascensión de 28 km a un circo glaciar. Subimos todos juntos a un ritmo asequible, observando y comentando las diferencias entre un valle fluvial y un circo glaciar. Hicimos una parada en lo que parecía era el punto final de la ascensión para tirar unas fotos de un pequeño circo glaciar. Nos dimos cuenta de que la carretera continuaba pero no se veía el final.

Decidimos continuar y a mitad de camino algunos pudimos ver una marmota (“perro de las montañas”), otros se pusieron las orejeras y les cegó el querer llegar los primeros al glaciar y no vieron dicho simpático animalito que nos saludó y todo. Una vez llegamos a Troumouse nos quedamos boquiabiertos con el impresionante y grandioso circo glaciar. Nos tiramos las fotos de rigor y posteriormente iniciamos el descenso para comer en un pequeño restaurante.

Circo glaciar de Troumouse y los payasos

Avituallamiento

Por la tarde nos trasladamos al hotel y visitamos el pueblo de Asté, donde pudimos observar una cigüeña negra que estaba causando furor entre los habitantes del pueblo.

Por la noche, cenamos colesterol a bloque (chorizo, salchichón, queso, jamón JP,…) en unas mesas que hay fuera del hotel, realizamos la tertulia en la calle debido a la agradable temperatura y nos hidratamos convenientemente.

Luego a dormir.

Habitación 7: el gordito se compró unos tapones, bajo recomendación del señor, y en esta noche fue el gordito quien durmió perfectamente e incluso el señor y el exlíder dijeron que roncó un poco y que no pudieron dormir. ¡venganza!

Día 4 (martes 30 de agosto de 2011): viaje de vuelta (Asté-Santander)

La vuelta se realiza de forma animada comentando los incidentes de las rutas y visitas realizadas por la zona.

UN VIAJE MUY INSTRUCTIVO